Todos necesitamos el contacto con la Naturaleza, pues favorece la autonomía, la creatividad y el interés por aprender.
La naturaleza existe porque nos hace bien, nos enseña y nos hace ser mejores. Científicamente está comprobado que estudiar rodeado de ella ayuda al desarrollo cognitivo, mental y físico de los niños. Los vuelve personas más creativas, seguras, sanas e independientes.